Las condiciones de Cyhril...

El cuerpo de Shinichi era asombrosamente ágil y sigiloso. Sus sentidos me alertaban de los ruidos y olores que pasaba por alto, sus músculos se tensaban casi imperceptiblemente ante cualquier situación y elemento del que no tuviera la suficiente información. Su organismo era terriblemente eficiente, cada insignificante gota de energía se destinaba a un fin concreto, almacenando aquella que no era necesario utilizar por el momento.
Estaba verdaderamente asombrado, puesto que a simple vista parecía un muchacho corriente. Algo más fibroso... incluso algo más atractivo que el resto, pero alguien normal al fin y al cabo.

Mis poderes habían replegado la esencia de aquel niño a un rincón oscuro en lo más profundo de su mente. Su conciencia se había resistido con uñas y dientes hasta el momento en que estuve en contacto directo con su cuerpo, momento en el que no pudo hacer nada por escapar. Mis poderes funcionaban así y ahora yo era él. Al menos, hasta que saliera el sol. Hikari le había protegido con unas simples palabras al haberlo atado a sí como su guardián.

Con delicadeza, puesto que no quería dañar nada, comprobé que tenía acceso directo a sus recuerdos. Los inspeccioné por encima. Después me concentré en instalar en su cabeza una nueva prioridad que permanecería oculta cuando volviese en sí cada mañana: detener la búsqueda al precio que fuera. A través de esa pequeña idea podría introducir cambios en él cuando el sol brillara.
Después de inspeccionar su mente, todavía me quedaba por inspeccionar una última cosa. Con sus propias manos, levanté la camiseta de su pijama y observé el pecho de Shinichi. Estaba vendado, pero yo sabía por Hikari lo que ocultaba bajo la venda. El maldito crío estaba marcado por semejante poder y lo escondía como si fuese algo de lo que avergonzarse.
Arranqué la venda de su pecho y la tiré al suelo. Después contemplé con deleite la marca negra que surcaba la parte izquierda de su pecho.

Estaba sentada en el filo de mi cama, luego de la cuarta pesadilla había estado así por casi media hora, tenía la esperanza de que al menos por el cansancio nada podría interrumpir mi sueño, de nuevo me mentía, sabía que la única manera de que las pesadillas no me despertaran, era en el sueño eterno.

Siempre era lo mismo, me encuentro sentada en la banca de un parque, luego todo se torna oscuro, al parecer había perdido la consciencia a causa de un fuerte golpe en mi cabeza. Despierto por una fuerte punzada en mis brazos y en mi cabeza, cuando abro mis ojos, veo a personas con tapa boca y bata de cirugia, intento liberarme pero no puedo por que han amordazado mis muñecas y mis pies, grito pidiendo que paren el dolor, pero aquellas personas solo siguen en lo suyo, entonces escucho el sonido de una pequeña cierra acercándose y el hombre que las sostiene me sonrie y dice con increible tranquilidad: Oops, al parecer la anestecia se ha acabado, tendrás que resistir por las proximas dos horas -finalizó desapareciendo de mi vista, y lastimosamente el sonido continua...

Ahí termina la pesadilla - Necesito tomar aire - me dije, me dirigí a la salida, mi cuerpo estaba pesado, no había conseguido descansar muy bien, y al parecer seguiría así hasta el amanecer. Ya en los pasillos me encontré con alguien, no esperaba que eso sucediero, caminé unos pasos mas para acercarme.

- Tu tampoco puedes dormir, eh? - le dije en un intento de comenzar una conversación, aun no podía ver su cara, estaba de espalda, aun así pude reconocerlo por sus largos cabellos.

Pensaba que con lo cansada que estaba, en cuanto cayera sobre una cama, o algo relativamente cómodo, me quedaría profundamente dormida, pero me equivocaba. Durante mucho tiempo, no sé bien si fueron incluso varias horas o fue lo que me pareció, rodé de un lado para otro sobre la cama, de extremo a extremo, e incluso probé en darle la vuelta varias veces a la almohada. Sin embargo, por muy cansada que estuviera no conseguía dormirme. Puede que extrañara la cama y mi cuerpo no se adaptara a ella, o simplemente estaba preocupada tanto por Hikari, como por nosotros tras el incidente del puente.
Finalmente decidí levantarme. Sin encender la luz me acerqué la puerta y la abrí con cuidado y salí de la habitación; no me gustaba el ruido, hubiera o no hubiera nadie, el silencio siempre era mi prioridad.
No muy lejos de allí conseguí avistar una figura. Si mis ojos no me fallaban era una chica y tal y como era su aspecto podría ser perfectamente Karcyn. Me acerqué a ella con pasos sigilosos, aunque algo torpes por el cansancio, y con la respiración calmada. Ceca de ella se encontraba un largo cabello, no era muy difícil suponer que era Shinichi, nadie más tenía ese pelazo.

-Vaya, ¿vosotros también aquí? Parece que nadie puede dormir hoy a pesar de que ha sido un día agotador. A este paso nos vamos a reunir aquí todo el grupo antes de que amanezca.- dije intentando sacarle algo de humor al asunto, pero con el cansancio que sentí ni mis propias bromas me hacían gracia.

Una imagen impactó en mi cabeza con fuerza. Una chica de cabello marrón hasta los hombros con uniforme de instituto que sonreía. Después un montón de recuerdos desordenados comenzaron a fluir: un beso sobre una silla, un extraño tatuaje en una mano, una vívida sensación eléctrica en el cuerpo, una chica de cabello largo y mirada decidida, una habitación silenciosa en la que estaban Shinichi y la primera chica abrazándose.
Karcyn, ese era su nombre. Un último recuerdo me alertó de que había perdido la memoria y de que no recordaría nada sobre el dueño de este cuerpo. Bien... eso me daba cierta ventaja.

-Vaya, ¿vosotros también aquí? Parece que nadie puede dormir hoy a pesar de que ha sido un día agotador. A este paso nos vamos a reunir aquí todo el grupo antes de que amanezca.

La mente de Shinichi asoció la voz con otra imagen. Una pelirroja de cabello corto, bajita y de aspecto angelical. Sus recuerdos me llevaron a una tarde en unos jardines, en los que él junto con una chica habían interrumpido a la pelirroja y a su pareja, un chico rubio.
Kyoko era su nombre. Y ella sí que recordaba a Shinichi.
Maldición...

Giré despacio, dejando caer la camiseta sobre el pecho del chico y apartando la venda que yacía en el suelo disimuladamente con el pie. Las dos chicas estaban cerca de mi posición, así que intenté leer en los recuerdos del chico que reacción se esperaba de mí. No encontré ninguna. ¡Ninguna! Quizá mi poder estuviera replegándose y fallando, cosa que no me podía permitir. De alguna manera debía dirigirme a aquellas dos damas con las que mantenía una relación de amistad, no es como si aquel tío se quedase cruzado de brazos mirando con cara de palo a las personas que se dirigían a él.

-Buenas noches -Saludé, y la voz de Shinichi llenó la estancia durante unos segundos. Acto seguido pensé que las costumbres no habrían cambiado demasiado desde el día en que yo mismo naciera... así que cogí sus manos, primero la de Karcyn, luego la de Kyoko, y las besé por turnos suavemente en el dorso.

La chica de cabello anaranjado llegó segundos después.

-Vaya, ¿vosotros también aquí? Parece que nadie puede dormir hoy a pesar de que ha sido un día agotador. A este paso nos vamos a reunir aquí todo el grupo antes de que amanezca.

Estaba a punto de darle la razón, pero el chico de cabellos largos se viró, y con extraña amabilidad nos saludó y se acercó besando el dorso de nuestras manos. Era rara esa actitud, teniendo en cuenta su comportamiento en el día, quizás lo juzgué muy rápido, y en verdad me agradaba esa forma de ser.

- Buenas noches - le respondí sonriendole, pero la chica de cabellos anaranjado no dijo nada, mi viré para verla, y su rostro demostraba confusión.

Estaba sinceramente preocupado. Los recuerdos de Shinichi habían azotado mi conciencia sin que yo tuviese necesidad de colarme a buscarlos y eso quizá significase que era él mismo quien me los enviaba. ¿Para confundirme, tal vez? También cabía la posibilidad de que, de la misma forma en que su cuerpo era eficiente, su mente también lo fuese. Pero, por si acaso, decidí andarme con cuidado.

-¿Sanagawa-san?

Una chica de cabello largo, negro como la noche, que también estaba en pijama se unió a nosotros. De nuevo, los recuerdos comenzaron. Su frase evocó un momento en que aquella chica trataba de convencerle para llevar a cabo un secuestro* poniendo una voz y una pose extremadamente sugerentes. Después, un afluente de imágenes en las que Shinichi estaba besando, abrazando y acariciando a aquella mujer se sucedieron... ¿era su novia?
Alarmado porque otra vez estaban acudiendo los recuerdos sin que yo lo ordenara, corté de raíz aquello y las imagenes se disiparon. Recuperé su nombre: Miyasaki Sora. Extrañamente, Shinichi recordaba llamarla más por su apellido que por su nombre... pero esa no era forma de tratar a una dama.

-Buenas noches, Sora-san -Dije, utilizando uno de los tonos suaves de la voz de Shinichi, y me incliné para besar su mano también.

De momento estaba haciéndolo muy bien. Karcyn parecía muy contenta con mi comportamiento, y ninguna de las otras dos chicas había dicho o hecho nada que me diera a entender lo contrario, así que me relajé. Decidí estudiar a aquellas tres féminas para averiguar cómo pararles los pies a los varones, que era quienes más me preocupaban. En mi época, las mujeres servían sólo para una cosa: ser cortejadas. Supuse que las cosas no habrían cambiado mucho desde entonces.


(secuestro*: Sucedió en la tercera temporada, pero el admin oscuro lo borró todo >.<)

Este guardo silencio que le pasaba entonces me sorprendio su forma de saludarme desde el hecho que uso -san para llamarme el era de los que no utilizaban cosa alguna para dirigirse a los demas esto me asustaba un poco entonces beso mi mano antes de que la soltara la retire de inmediato de lo sorprendida que estaba

-Sanagawa.... te sientes bien - me acerque y toque su frente - no, no tienes fiebre tal vez te falta algo de sueño...

x-x-x

Me la pase despierto no tenia idea de que marg podria hacer ruidos tan molestos pero kotaro dormia como una piedra asi que no paso nada iba a dar una vuelta por el pasillo incluso aunque tuviese que dormir en el pasillo vi a sora salir de ahi y decidi sorprenderla cuando al parecer se reunio con varios de sus amigos cuando vi la forma de hablar de shinichi decidi aparecer y me puse frente a sora quien tambien se extraño con la forma de actuar de shinichi

--Tampoco pueden dormir eh? - puse mi mano sobre la cabeza de sora mientras veia a shinichi



-

Sobre el chico que acababa de llegar no había recuerdos. Sólo pude averiguar su nombre por recuerdos muy generales, y fue entonces cuando me di cuenta del carácter del chico cuyo cuerpo me pertenecía ahora. Era un borde y un antisocial, no parecía querer tener contacto con nadie. Y yo me había comportado de un modo incoherente... de ahí que la chica llamada Sora hubiera reaccionado así. Decidí enmendar mi error, tomando algunas de las frases que aquel chico solía usar y modulando su voz para que no se notara el engaño.

-¡Pero qué se supone que es esto! ¿Una reunión a media noche?-Gruñí, cruzando los brazos sobre el pecho- Me voy para estar solo y apareceis todos aquí de repente.

El siguiente paso sería hacerles comentar sus planes. Había una considerable cantidad de gente del grupo, así que no levantaría sospechas. Pero antes debían convencerse de que Shinichi era Shinichi.
Aunque realmente fuera yo....

Este tipo era bipolar o era un demente que sabia yo, pero apenas lo conocia asi que quien era yo para jusgar

-No es para tanto, tan solo no podia dormir eso es todo

x-x-x

Shinichi habia vuelto a "su normalidad" pero aun asi que con la anterior actitud decidi dejarlo pasar tal vez el cansancio afectaba a cada quien por diferente

- Espera... no te molestes, que haces afuera tan noche? montas guardia o algo asi? no es necesario todos somos perfectamente capaces de cuidarnos o acaso planeabas largarte e irte solo a por hikari?

-Shinichi no haria esa tonteria, sera orgulloso pero no tanto como para largarse sin decir nada sabiendo que lo seguiriamos de igual manera -dije con mi brazo sobre la cabeza de sora

-Quieres quitarte no soy algo que puedas usar para apoyarte - lo vi molesta, pero aun asi... sanagawa-san investigabas el lugar o acaso fuiste a matar al sujeto de la mañana ya que no te deje hacerlo - sonrei burlona shinichi estaba extraño pero esperaba por primera vez en su vida nos dijera que le pasaba, aunque seria mas facil creer que habia vida en otro planeta

Mi propio yo esbozó una mueca de irritación al ver la actitud del recién llegado con la chica de cabello negro. Las damas debían ser tratadas con delicadeza, no con gestos tan poco dignos de un caballero. La mano de Shinichi agarró la muñeca del chico y retiró el brazo de la cabeza de Sora. Antes de volver a hablar, le fulminé con la mirada, algo que quedó muy bien en el cuerpo del chico que mi mente había poseído.

-No intentaba largarme ni ir a matar a nadie esta noche -Sonreí para mis adentros. Aún era muy pronto para intentar matarles a todos ellos... antes tenía que estudiarlos-. Simplemente daba una vuelta por la posada para memorizar su estructura.

Me quedé callado un instante, al comprobar sorprendido que Shinichi realmente había hecho eso antes de acostarse. Oh, que terriblemente eficiente era aquel muchacho. Eso me pondría las cosas mucho más fáciles.

-Por cierto, Sora -Pregunté distraido, repasando mentalmente el esquema de aquel lugar- ¿En qué habitación dormís las chicas?

El tipo quito mi mano de ella tan solo puse un rostro neutral, a este que le habia dado nunca antes le habia molestado el hecho que molestase a sora, pero no pararia hasta encontrar una razon

-Pues estamos en...

-Sora, ven - la tome por la mano y me puse a hablar con ella un poco mas alejado del sitio

-Que sucede

-Esto me huele mal, no esta muy raro el borde de shinichi?

-Si, pero tal vez solo necesite descanso

-Si tu lo dices pero... ten cuidado - sonrei - no me gustaria que alguien mas moleste a mi juguete

-A quien crees que le hablas idiota- frunci el seño mientras me cruzaba de brazos

En eso shinichi se nos volvio a hacercar esperamos a que hablara

Decidí ignorar por completo a Ikuto y me interpuse entre él y Sora, empujándole hacia atrás y obligándole a retroceder. Había averiguado, por algunos recuerdos fugaces que me había dado tiempo a vislumbrar, que Sora solía ser la delegada de la clase, una persona responsable y que, por tanto, si hubiesen llegado a planear algo, ella lo sabría sin duda.

-¿Qué se supone que vamos a hacer con lo de Hikari? -Inquirí, bajando mi mirada para alcanzar sus ojos. Formulé la pregunta de forma muy genérica para no levantar sospechas -Empiezo a estar cansado de lo que nos está ocurriendo. La niña no será mi hermana, pero no me tranquiliza saber que puede andar por cualquier lugar ella sola.

Parpade muchas veces sanagawa shinichi me preguntaba el plan o ya oia voces, me puse seria y lo vi fijamente esto se ponia extraño a cada momento ademas de que no era de el empjuar a personas que no fuesen marg

-Pues he pensado el plan y sera mejor discutirlo cu ando todos estemos reunidos, ademas estamos a pleno pasillo me gustaria hablarlo fuera de este lugar ya vez que la paredes oyen y lo que menos queremos es echarnos enemigos encima, por ahora simplemente hay que permanecer alertas si alguien extraño se nos aparece frente hay simplemente huid del lugar y buscar ayuda eso sera todo por el momento discutiremos esto en unas horas, tecnicamente ya casi amanece

x-x-x

Ese tipo me colmaba a cada momento que con esa actitud nosotros tambien podiamos discutir algo pero ignoro a los presentes para irse directamente con ella eso me hacia molestar desde cuando tan cercano a ella

-Tsk.. - me gire a sora una vez dijo lo que seria bueno hacer - por mi esta bien - comence a andar por el pasillo

-Y tu a donde vas

-Ya dormi suficiente - menti - recorrere las calles un poco

-Que parte de no ir solo no entiendes - segui hablando mientras este se detuvo

-Estare bien, no soy tan estupido orgulloso como para quedarme en una pelea que se no ganare

Guarde silencio mientras este siguio su camino, no me gustaba nada que se fuera solo - Ire contigo - dije mientras comence a seguirlo

-Si asi lo quieres adelante

Seguimos andando por los enormes pasillos, aunque sentia que alguien no nos quitaba la vista de encima
[no tengo idea de que aqui pero si alguien quiere interrumpir adelante]

Volvía de dar un paseo por el pueblo cuando me crucé con Miyasaki e Ikuto en uno de los pasillos. Había estado dando una vuelta para hacerme una idea de dónde nos habíamos metido exactamente y definitivamente, no parecía un lugar muy acogedor.
Les saludé al pasar a su lado, pero iban estaban demasiado ocupados discutiendo sobre algo que no llegué a oír como para enterarse. Al final del pasillo estaban los demás, como si hubiesen organizado una reunión secreta a la luz de la luna. ¿Por qué nadie me había avisado?

-¿Qué hacéis todos aquí a estas horas? ¿Ha pasado algo? -interrogué, acercándome al grupo.

Todos se volvieron y yo le dediqué una suave sonrisa a Shinichi. Desde la vuelta al instituto no me había mostrado muy cariñosa con él, ya era hora de recordarle quién era yo.

El cuerpo de Shinichi reaccionó girando suavemente hacia el lugar del que provenía la voz de la última chica que me quedaba por conocer de aquel extraño grupo. Tan sólo me dio tiempo a verla de refilón antes de que una verdadera riada de recuerdos vapulease mi conciencia. La imagen de una extraña estancia con instrumentos y aparatos aparentemente científicos, una chica demacrada tendida sobre una camilla, una mentira que los llevó a convivir en la misma habitación, una batalla en la que ambos luchaban en el mismo bando... y luego una sucesión de recuerdos en lo que debía de ser el dormitorio de Shinichi. Más concretamente en su cama, aunque muchos de los fogonazos me mostraron también otros sitios de su habitación.

La mente del niño se agitó, como si gruñiera, y bloqueó las imágenes. Para entonces yo ya había enrojecido hasta la raíz y notaba la sangre de su cuerpo reaccionar a mis sensaciones. No tenía muchas ganas de seguir hurgando en esos recuerdos, pero necesitaba un nombre. Por desgracia, la conciencia de Shinichi no parecía querer coperar y se aferró a todo lo que tuviera que ver con ella. Maldito mocoso.

Visto su carácter, no volvería a cometer el mismo error. Aquel niñato parecía un ligón, siempre abrazando, besando o acostándose con alguna de las niñas que habían aparecido en sus recuerdos. Pero ellas parecían extrañarse cuando las trataba bien...
Modales. Le enseñaría modales y cómo tratar a las damas. Especialmente a Hikari. Pero ahora no tenía tiempo.

-¿Tu nombre es...? -Pregunté con desgana mirando a la chica que acababa de llegar.

Frío y directo al grano. Creo que empezaba a cogerle el truco a la personalidad de Shinichi

Me quedé mirándole sin entender qué ocurría. Yo que me quería poner tierna con él por una vez y allí estaba, con esa expresión seca que sacaba a relucir para hacer frente a los extraños, como si no me hubiese visto nunca de verdad. Menudo cortarrollos.

-¿De qué hablas? ¿Tú también has perdido la memoria? -espeté, algo enfadada por su comportamiento, si era una broma, estaba claro que no tenía mucha experiencia-. ¿O es que si no pasas por mi cama pierdes facultades? ¿Es eso? ¿Necesitas un beso para recordar que me llamo Natsuki?

El idiota de ikuto seguia peleando conmigo despues de que dejara de gruñir note que natsu habia llegado me detuve y me quede viendo en esa direccion

-¿Y tu eres? - escuche que dijo claramente shinichi

Entrecerre mis ojos un tanto serio que le habia dado en serio a shinichi...

-Mañana averiguaremos que pasa con el - dije sacandola de sus pensamientos

-Tienes razon pero algo me dice que deberiamos averiguar mas cosas en el pueblo algo me dice que podremos encontrar respuestas si buscamos

-Buena idea...

[Continua en: sendero ¿que peligro nos acecha?]

Me quedé mirando a la chica desconcertado. Las mujeres no deberían ser tan atrevidas al estar frente a un hombre... aunque Shinichi era más bien un muchacho. No, un crío. Diecinueve años eran sólo un suspiro para todo lo que había vivido yo.
Aún así, la sensación de descontrol y alarma se incrementó. Hora de desaparecer. Ya había conocido a muchos de los sujetos por hoy.

-Ah, si... -Murmuré mientras me colaba por el hueco que quedaba entre la chica y la pared contigua- Sí, sí...

Usando las habilidades de Shinichi, desaparecí nada más poner un pie fuera de la posada. Con cuidado de que la tal Sora y el tal Ikuto no me vieran moverme por los tejados regresé a la habitación de Shinichi y dejé grabadas en su mente una serie de instrucciones a seguir para el día siguiente.


[CONTINÚA en el Comedor "¿Quién dijo que en la hora de comer podíamos relajarnos?"]