Perdidos
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Perdidos
Abri los ojos y todos a mi alrededor se encontraban tumbados en un cuarto mas impecable que nada a lo que hubiera visto antes caa una de las cosas en ese sitio relucia mas que la anterior me quede sentada esperando los demas se pusieran de pie, no tenia la menor idea a que tipo de magia o hechiceria nos enfrentabamos, pero si podia movernos a todos asi como si nada debia ser muy fuerte, pronto cada uno de ellos empezo a despertar
-Parece que seguimos dentro de la casa del loco ese - dije a juzgar por la decoracion - estan todos bien? - me levante
-Parece que seguimos dentro de la casa del loco ese - dije a juzgar por la decoracion - estan todos bien? - me levante
Re: Perdidos
El señor gracioso había utilizado sus poderes. Hasta que no habíamos llegado al palacio no le habíamos visto mover ni un dedo. Ahora comenzaba a pensar que no era tan débil como creía.
Sin duda había conseguido lo que se proponía, librarse de nosotros. Ya no estábamos en la habitación pero no habíamos abandonado el palacio.
Me levanté del suelo realmente frustrada, al final había sido él quien me había dado una patada en el culo. Oh que desastre, había hecho el ridículo.
Cabreada, me levanté. Vi como Miyasaki estaba ya en pie, preguntándonos si estábamos bien.
-Si, yo estoy bien, un poco cabreada por el imbécil ese, pero se me pasará.
Me sacudí la ropa y la estiré. Debíamos volver a esa habitación cuanto antes. A saber que estaban haciendo esos cuatro en la habitación. Una imagen realmente sucia se me vino a la cabeza por lo que la agité apresuradamente. Tras ese breve desvarío pensé que cuanto más estuviéramos allí más posibilidades había de que no saliéramos de allí con vida, de que no recuperáramos a Shinichi y sobretodo, que ese tipo se quedara sin recibir su merecido.
-Chicos, tenemos que encontrar esa habitación ya. No me apetece que ese tipo se salga con la suya.
Teníamos un gran palacio por recorrer. Ojalá escogiéramos el camino adecuado.
Sin duda había conseguido lo que se proponía, librarse de nosotros. Ya no estábamos en la habitación pero no habíamos abandonado el palacio.
Me levanté del suelo realmente frustrada, al final había sido él quien me había dado una patada en el culo. Oh que desastre, había hecho el ridículo.
Cabreada, me levanté. Vi como Miyasaki estaba ya en pie, preguntándonos si estábamos bien.
-Si, yo estoy bien, un poco cabreada por el imbécil ese, pero se me pasará.
Me sacudí la ropa y la estiré. Debíamos volver a esa habitación cuanto antes. A saber que estaban haciendo esos cuatro en la habitación. Una imagen realmente sucia se me vino a la cabeza por lo que la agité apresuradamente. Tras ese breve desvarío pensé que cuanto más estuviéramos allí más posibilidades había de que no saliéramos de allí con vida, de que no recuperáramos a Shinichi y sobretodo, que ese tipo se quedara sin recibir su merecido.
-Chicos, tenemos que encontrar esa habitación ya. No me apetece que ese tipo se salga con la suya.
Teníamos un gran palacio por recorrer. Ojalá escogiéramos el camino adecuado.
Reika- Estudiante de Tercero
- Mensajes : 50
Fecha de inscripción : 26/03/2010
Re: Perdidos
Malo. Aquello era muy malo. Esperaba que los otros tuviesen alguna maravillosa capacidad de orientación de la que no hubiesen hablado hasta el momento porque si no, íbamos a pasarlo muy mal dando vuelta por allí.
Aquel maldito palacio era malditamente enorme y tenía un maldito millar de puertas y pasillos. Vagamos durante lo que me parecieron horas, décadas. Encontramos habitaciones, salas grandes y pequeñas, escaleras que subían y que bajaban,... Y muchas, pero que muchas puertas cerradas. Todo tenía un aspecto blanco y puro que no encajaba para nada con la idea que me había forjado del victoriano. ¿Realmente aquel era su palacio?
Desde mi punto de vista, le pegaba mucho más un palacete mucho más oscuro, con una decoración recargada y ampulosa de la que pudiese fardar. Y por supuesto, con alguna mazmorra donde encerrar a todos los niños que secuestrase y manipulase.
-Ehh... Chicos -llamé, abriendo la puerta que tenía ante mí-, ¿a alguien le apetece darse un baño?
[Continua en los Baños Privados, Entre el vapor]
Aquel maldito palacio era malditamente enorme y tenía un maldito millar de puertas y pasillos. Vagamos durante lo que me parecieron horas, décadas. Encontramos habitaciones, salas grandes y pequeñas, escaleras que subían y que bajaban,... Y muchas, pero que muchas puertas cerradas. Todo tenía un aspecto blanco y puro que no encajaba para nada con la idea que me había forjado del victoriano. ¿Realmente aquel era su palacio?
Desde mi punto de vista, le pegaba mucho más un palacete mucho más oscuro, con una decoración recargada y ampulosa de la que pudiese fardar. Y por supuesto, con alguna mazmorra donde encerrar a todos los niños que secuestrase y manipulase.
-Ehh... Chicos -llamé, abriendo la puerta que tenía ante mí-, ¿a alguien le apetece darse un baño?
[Continua en los Baños Privados, Entre el vapor]
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