Peligro en la posada

"En la habitacion"

Estaba tirado en la cama mientras kotaro seguia inspexionando el cuarto

-Ya revise ahi esta limpia no hay nada de pelibro

-Me lo agradeceras cuando algo raro vuelva a ocurrir

-Pero es extraño que algo asi sucediera no crees

-Si, seria bueno investigar en el comedor por si queda algo asi

La explosion se hizo notar y ambos salieron encontrandose rapidamente rodeados por fuego

-Que rayos esta pasando aqui - me cubri con las manos debido al fuego

"Cerca de ahi"

Kyoko, yoru y tsuki estabamos en camino a las habitaciones cuando el fuego nos comenzaba a bloquear todas las salidas al parecer logramos poner a salvo a todos pero seguiamos sin rastro de kotaro y los demas llegamos al corredor donde nuestras habitaciones se encontraban pero el fuego ya se habia expandido en el lugar

-Ikuto! Kotaro! pueden oirme!

Todos nos veiamos afectados por el humo tan solo nos cubrimos con lo que pudimos pero aun asi cada vez la visibilidad era menos

-Busquen una salida!- logre escuchar a kotaro

-Pero!

-Largo!

Debiamos salir de aqui y las ventanas eran el unico escape pero aun asi el fuego entraba por ellas

La fuego se extendía por la posada con rapidez. Habíamos conseguido ver a Ikuto y a Kotaro pero no habíamos llegado hasta ellos. El fuego casi nos rozaba, debíamos ir a otro sitio y sobretodo encontrar a Marg y a Natsu. Al pensar en esto recordé de pronto a alguien.¿Dónde demonios estaba Shinichi? Pensé que quizás se le habría ocurrido ir a salvar a Natsu, quien sabe, de este hombre se podía esperar cualquier cosa. Pero Marg... ¿dónde estaría? Shinichi no le salvaría por nada en el mundo, tenían una "amistad" de amor/odio de la que muchas veces solo se observaba el odio.
Las ventanas mostraban el fuego que iba traspasando el edificio ¿ podríamos salir por ahí? El suelo no estaba muy lejano, como mucho nos romperíamos algo, pero eso era mejor que acabar muertos.

- Os parecerá una locura pero... ¿saltamos? -yo misma me impresioné al decir estas palabras- no parece algo fácil pero es lo único que podemos hacer si queremos salir medianamente ilesos.

No sabía si los demás me seguirían pero me preparé para saltar. Estaba a punto de correr hacia la ventana cuando varias imágenes de Marg se me pasaron por la cabeza. No podía abandonarle ahí, no después de lo que habíamos vivido. Y Natsu... tampoco podía abandonarla, aunque ella quizás ya estuviera a salvo.

- Vosotros decidís que haceis ¿me acompañais a buscar a Marg y a Natsuki o saltais y os salvais de inmediato?

Segui a las chicas mientras la posada empezaba a consumirse cada vez mas por las llamas. Tsuki se agarraba fuerte a mi mientras corria como podia, soportando su peso. Mientras avanzabamos, fuimos salvando a varias personas. Pero, tras un rato buscando, llegamos a la entrada bloqueada de una habiatcion, en la cual parecia que habia dos de los objetivos que buscabamos. Kyoko proponia que saltaramos por la ventana o buscaramos a los otros dos.

Lentamente, baje a Tsuki y la mire a los ojos: ella sabia lo que iba ha hacer. La solte y use mi poder para aparecer dentro de la otra habitacion, detras de los otros dos chicos. Los cogi de la cintura sin cortarme un pelo y volvi ha utilizar mi teletransporte para aparecer los tres de nuevo con el grupo.

Solte a los dos objetivos, cuando derrepente, Tsuki se tiro sobre mi y empezo ha pegarme debiles golpes en el pecho.

-¡No vuelvas ha hacerlo! ¡No quiero que te pase nada!- Dije la chica enojada.

La pare con delicadeza y mire al grupo.

-Si quereis rescatar al resto debemos darnos prisa. Asi que apresuraos- Dije mientras montaba en caballito otra vez a Tsuki.

Me había separado del grupo por culpa del dueño de la posada, que me había interceptado en el pasillo. ¿Teníamos pensado quedarnos mucho tiempo más por alli? No supe qué responder y el hombre arpovechó para ofrcerme todo tipo de comodidades que encarecerían el precio de la habitación a la vez que, muy sutilmente, me invitaba a coger a mis amigos y marcharnos.
Una vez les hube perdido el rastro, me dirigí a la habitación a buscar mis sais antes de ir a buscarles. La repentina aparición de la niña y el tal Yoru me había recordado que pueden aparecer enemigos en cualquier parte y últimamente yo me había relajado demasiado en ese sentido. Debía recuperar la costrumbre de ir siempre armada.

Entonces escuché una explosión. La posada pareció temblar y los gritos llenaron el aire. Chillidos histéricos por todas pares, gritos, llantos y llamadas desesperadas. ¿LLegaba el fin del mundo?
El olor a quemado me indicó que no, sólo era el fin de la posada.

Si había un incendio tenía que salir de allí cuanto antes. Entre el jaleo me pareció distinguir las voces de Ikuto y Kotaro al otro lado de la pared. Inmediatamente pasaron también por mi mente Kyoko, Shinichi y Miyasaki. Mierda, no podía salir corriendo sin saber qué había pasado con ellos.
Sin embargo, al salir al pasillo, me topé de frente con Miyasaki, Kyoko y los nuevos y, para mi sorpresa, acompañados por Ikuto y Kotaro. Un problema solucionado, ya solo quedaba salir de allí sin morir achicharrados.

...todo habia pasado muy deprisa, por un momento me senti mal, todo esto traia consigo un mal presagio en mi mente...

..el incedio estaba arrasando todo, en medio de ello se escuchaba de todo, aunq me procupaba los demas, estaran bien?....

..parecia no q no habia salida en ello y me comenzaba a desesperar, pero me arriesgue aunq me quemara un poco, asi llegando al pasillo, encontre a todos, parecia q yo era el ultimo de haberse salvado, pero aun no era de decir eso, teniamos q salir de alli, lo mas pronto posible....

De pronto estábamos todos reunidos en el pasillo, como si el edificio no se estuviese derrumbando sobre nuestras cabezas. Cada vez hacía más calor y el techo no parecía dispuesto a soportar su propio peso durante mucho más tiempo; había que salir de allí y había que hacerlo rápido.
El fuego devoraba lentamente las habitaciones cercanas, estrechando su cerco en torno a nosotros, y se había adueñado de las escaleras, impidiéndonos la huída. El único camino que parecía más o menos transitable eran las ventanas, habría que saltar desde un tercer piso. Sabía que yo sí podría hacerlo, los saltos se me daban bien, pero no estaba muy segura de que los demás estuviesen dispuestos a seguirme.
Crucé los dedos, deseando que todos fuésemos los superhombres que yo esperaba, si no, lo íbamos a pasar muy mal.

-¡Hay que saltar por las ventanas! -grité, haciéndome oír sobre el estruendo de la destrucción a nuestro alrededor-.¡Es nuestra única oportunidad!

¿La gente normal saltaría por una ventana aun a riesgo de romperse por la mitad en la caída? Algo me decía que no, pero afortunadamente ninguno de los que estábamos allí encajaba en lo que sería un estudiante de instituto modelo estándar. Tras unos instantes de vacilación saltamos todos, uno tras otro, sin mirar abajo.


[Continúa en el SENDERO, FUERA DE PELIGRO]