Entre el vapor

La idea de Natsu de darnos un baño era realmente buena. ¿Hacía cuanto no tomábamos un baño?
Era la hora de quitarse la porquería de encima y salir como nuevos para seguir buscando la habitación. Era una actividad realmente agotadora, y lo peor de todo es que no habíamos obtenido ningún beneficio aún. Habíamos recorrido muchísimas habitaciones, y habíamos cambiado tanto de dirección que ya me había perdido por completo. De esta solo un milagro podría salvarnos.

Me quité la ropa sucia como si me liberara de un millar de cadenas. Una vez desnuda sentía tanta libertad en las articulaciones que casi podría jurar que podía volar, aunque no era tan estúpida como para intentarlo.

El agua estaba en su punto, se sentía realmente bien allí dentro, relajaba mis músculos y alargaba mi cabello unos centímetros. Mientras jugueteaba con una de las puntas de mi pelo me alegré de que no hubiera ningún fisgón por allí. La pena es que no podíamos entretenernos mucho, enseguida debíamos ponernos en marcha.

Kyoko me sorprendió deshaciéndose de la ropa con un movimiento fluido. Antes de que pudiera darme cuenta se deslizaba completamente desnuda ante nosotros.
Vi a Ikuto y Kotaro tensarse ante la visión del cuerpo de Kyoko. Curvas suaves y piel tersa, el cabello contrastando sobre la claridad de su tez. Era guapa, pensé, muy guapa.

Y sin volver a preocuparme por los otros tres que se quedaban atrás, la seguí al agua. Deslizarme junto a ella en la piscina era una idea realmente apetecible. El caliente líquido relajaría mis músculos y desentumecería mi cansado cuerpo.

Mire a kyoko por un momento y pense esta bien de todos modos todos necesitamos descansar pero ...

-Ah... - intentaba hablar

Era cierto esos dos seguian aqui metidos, estrelle mi espada contra la cara de ikuto mientras que con el pie levante un bote cercano ahi y lo meti en la cabeza de kotaro

-Ustedes dos esperen fuera - los empuje mas bien tirandolos al pasillo mientras cerraba la puerta en sus narices - que les pasa quedanse ahi como idiotas.. - murmure mientras me desvestida mientras esas dos me veian raro

-Que.. - dije algo incomoda - no quiero que mueran desangrados o desmayados aqui - dije mientras las veia

Las molestias en mi cuerpo habían desaparecido casi por completo, en el transcurso de lo que parecia una interminable busqueda de la habitación, los dolores disminuian con rapidez, pero aun pensaba en aquella voz y su advertencia, no entendía lo que ello significaba y de alguna forma me preocupaba, no todos los días escuchas, sea lo que sea que haya sido, diciendote que si no haces algo que, desconozco absultamente, tus amigos morirán.

Cuando entramos en aquel enorme baño no pude evitar estar nerviosa, yo no podía tener contacto con el agua y menos acompañada, de ser así las consecuencias serían fatales. Aun recordaba la vez en que había decidido juguetear en una pecera, y en el momento en el que introduje un dedo en el agua los peces murieron.

Luego de que la pelinegra sacó a los dos chicos, yo ya era la única que no se metía en la psicina, ellas me miraban extrañadas. Me debatía entre decirles la verdad o inventarme alguna excusa. Hasta ahora ninguno me había dado alguna razón para que desconfiara, todos se veían unidos, aun cuando uno era una marioneta, y aunque no sabía exactamente que me pasaba, si fallaba, los incolucraba.

- Hay algo...que debo y quiero decirles - comencé un poco insegura, ellas nadaron hasta quedar en una posición que les permitiera escucharme con claridad, y solo por la manera en que miraban con disimulo mis brazos, me di cuenta que las cicatrices estaban a la vista de cualquiera.

Tome aire y empecé mi relato, desde donde mi memoria lo permitia, hasta la actualidad, incluyendo tambien mi problema con la electricidad y lo sucedido anteriormente.

- Me temo que hay otro problema que agregar a nuestra lista - finalicé esperando alguna reacción.


[OFF: Si leen mi ficha de personaje lo entenderán mejor...]

Me quedé a cuadros con la información que nos había dado Karcyn, aunque la verdad es que era lógico que algo le pasaba. Siempre evitaba el contacto físico y siempre iba tapada, guardando hasta la más ínfima parte de su cuerpo. Pero bueno tampoco había que sobresaltarse ¿no? todos tenámos algo de lo que no nos sentíamos orgullosos. Aunque... bien pensado, podría ser malo para Karcyn como persona, pero no para la Karcyn guerrera, era un arma formidable lo que poseía ella.

-No te preocupes Karcyn, da igual lo que te pase o lo que tengas nosotros te seguiremos queriendo igual, aunque te convirtieras en Godzilla- dije dibuja una tierna sonrisa. - Me alegra que hayas sido sincera con nosotros, eso te hace muy noble.

Sonreí como hace tiempo no lo hacía, debía admitir que esperaba alguna reacción negativa, pero fue mucho mejor de lo que pensé. Sentí que me quitaba un gran peso de encima.

- Siento no haberlo dicho antes... - me disculpé al tiempo que el dolor punzante regresó a mi cabeza, y con gran esfuerzo logré disimularlo - Será mejor que me duche en otra parte, no quisiera rostizarlas - rei y me alejé rápido adentrandome a las duchas.

- "Es hora" - fue lo último que escuché antes de que sintiera la energía recorrer todo mi cuerpo, me miré al espejo y vi mis ojos brillar con un azul brillante para luego caer al suelo, las bombillas parpadeaban y de todas partes a mi alrededor escuchaba el chisporrotear de la electricidad, toda la estancia fue rodeado por ella. De repente en mi mente veía imagenes pasar a una enorme velocidad, todos aquellos recuerdos regresaban , los momentos felices, tristes, hasta los más dolorosos. y luego la nada, me levanté con dificultad y miré mi reflejo - "Bienvenida Karcyn" - habló de nuevo la voz y esta vedz me parecía sumamente fastidiosa

- No finjas que te importa, Karyn - le contesté con brusquedad y ella simplemente se burló; mi atención estaba puesta en esas horrendas cicatrices, y una ira que no sabía que podia sentir creció en mi interior, quería destrozar lenta y dolorosamente a aquellos que me causaron esto.

Entré a una de las duchas esperando que el agua me relajara, por ahora teniamos otro problema que resolver.

Vi a Karcyn alejarse de nosotras y meterse bajo uno de los cristalinos chorros de agua que salian entre las rocas.
Salí de la piscina de un salto y la seguí. Sabía lo que era sentirse aislada y no estaba dispuesta a dejar que ella siguiese así.

-Karcyn -llamé, extendiendo la mano para tocar su hombro, pero la bajé en el último momento. Quizás no fuese buena idea-. Karcyn, vente con nosotras. Siéntate conmigo, no hace falta que nos metamos en el agua. Sigues siendo una de nosotros, ¿no?

Con una amplia sonrisa la llevé hasta el borde de la piscina y me senté junto a ella mientras Kyoko y Miyasaki se acercaban a nosotras, todavía bajo el agua. No, no íbamos a dejar a nadie fuera.

Nuevamente, felicité en mi interior el buen gusto de la Dama. Aquella formación rocosa que imitaba a una piscina natural en los baños nos había ofrecido la cobertura de protección que necesitabamos. En uno de los salientes de la pétrea pared, el Guardián y yo contemplábamos la escena que se desarrollaba dentro del agua, sentados espalda contra espalda. Los ojos de Shinichi me servían de forma eficiente, y aunque yo no sentía absolutamente nada ante la visión de las niñas desnudas, el Guardián estaba absolutamente rígido contra mí; sentía cómo lentamente subía la temperatura de su cuerpo. Balanceé una de las piernas de Shinichi y me puse en pie.

-Vamos -Indiqué mirando hacia abajo.

Volver a estar dentro del cuerpo de Shinichi había mejorado mi humor. Salté del saliente y recorrí la vertical velozmente, con zancadas largas y sin perder el punto de apoyo de la pared. El Guardián siguió mis pasos y ambos caímos grácilmente justo en frente de la piscina natural. Dentro se encontraban Kyoko y Miyasaki, mientras que, sentadas a un lado, estaban Natsuki y Karcyn.

Sonreí con la boca de Shinichi, esbozando una curva suave pero peligrosa. No dije nada. Los gritos tampoco se hicieron esperar.

Podia haberme mandado cualquier cosa. Pero esto era una pesadilla.

Mi cuerpo se estaba volviendo cada vez más rojo. Intente buscar en mis recuerdos ¿Habia visto alguna vez a alguna chica desnuda? Entonces recorde que si... pero desencadenaban en recuerdos que no queria recordar aun.

Segui a la marioneta del "Edward Cullen". Habia dejado a Tsuki en un "lugar seguro". Esperaba que estubiera bien. Tenia que hacer esto rapido: ni queria que le pasara nada a Tsuki ni queria estar en esta situacion.

Para asegurar el "salto", me teletransporte justo donde habia caido la marioneta. Ahora debia mirar al grupo... pero empezaba ya a sangrar por la nariz. Hoy no era mi dia.

-Iros del castillo cuanto antes. No estais en condiciones de pelear, asi que aceptar la retirada ahora que podeis. No querem... No quiero empezar una batalla inecesaria.

Cerre los ojos con fuerza. No queria hacer esto... pero tenia que ganarme su confianza. Cuando todo acabara...

La entrada de Yoru y Shinichi nos pilló por sorpresa a todas. Durante un momento pensé en Ikuto y Kotaro, haciendo guardia en la puerta, pero no le di más vueltas. Había dos hombres babeando ante nosotras... y diciendo tonterías.
Miré con desprecio a Yoru, enfadada por lo rápido que había cambiado de bando. No sabía que juegos se traía con el victoriano, pero cualquier cosa que obtuviese a cambio, me parecería poco por venderse a alguien así. Aquel chico era un rastrero traidor y eso era algo que yo no perdonaba.

-¿Qué hacéis aquí? -espeté, alzándome en todo mi esplendor. Oh, aquello molestaría al maldito victoriano, estaba segura de ello-. ¿Has venido a buscar diversión de verdad, victoriano? Porque si insistes estoy dispuesta a besar de nuevo a tu marioneta... Sólo por tu felicidad, por supuesto.

Palabras ácidas, cargadas de odio
. Pero noté cómo Shinichi clavaba aquella mirada vacía y muerta en mi. Esperaba que el victoriano estuviese retorciéndose de furia, de asco o de lo que fuese. Pero que sufriese.

-¿Y tú Yoru? -me volví hacia el otro chico-. Por el poco tiempo que has pasado con nosotros ya deberías saber que no nos iremos, nosotros nunca abandonamos a uno de los nuestros. Vamos a sacar a Shinichi de aquí y después le arrancaré al victoriano todo lo que sepa de Hikari, nuestra amiga. Estoy segura de que él tiene algo que ver con su desaparición. Así que, ¿qué harás, traidor? ¿Vas a atacarnos? ¿Sacarás la espada en una situación así? ¿O cambias de bando de nuevo? Estoy segura de que es un pasatiempo muy divertido.

No les tenía ningún miedo. Sabía que las chicas eran un gran apoyo y los sais estaban a mis pies, listos para saltar a mis manos a la más ligera orden mental. ¿Querían atacarnos? Estupendo, les esperaba.

La sóla mención al recuerdo de aquel beso que le había robado fue bastante para que la boca se me llenara de hiel. Se alzaba ante nosotros sin ningún tipo de pudor, orgullosa y altiva, como si aquel cuerpo desnudo pudiese despertar a Shinichi de mi sueño inducido. No me sentí cohibido, porque, como ya había dicho antes, las mujeres me eran totalmente indiferentes. Pero no se podía decir lo mismo del Guardián.

-Por el amor de Dios... ¡Contrólate! -Gruñí, desviando la mirada de la chica para clavarla en él- Sólo son cuerpos. Y ni siquiera son atractivos.

Si existía una mujer en mi vida, aquella era la Dama. Pero era un privilegio único. Me volví hacia la morena de nuevo.

-Tengo un pequeño presente para ti, manceba -Entoné, triunfante y excitado. Oh sí, un regalo que jamás olvidaría- Para que permanezca por siempre en tus recuerdos mi nombre... Cyhril Dómine.

Y entonces, suavemente, me retiré del interior de Shinichi hasta que se hizo patente el lugar en el que estaba enterrada su voluntad. Después de permanecer ahí durante tanto tiempo, ni siquiera hizo ademán de moverse, de recuperar su cuerpo, así que tuve que empujarle. Vapuleé su esencia, sin retirarme nunca del todo para no perderle, y lo hice con violencia, como si estuviera vengándome de él por ir provocando esos sentimientos en otras personas que no fuesen yo. Así, lenta, muy lentamente, sus ojos se iluminaron, terriblemente cansados al tener que soportar dos esencias conscientes en un simple cuerpo mortal.
El rostro de Shinichi comenzó a palidecer por el esfuerzo, su mirada aún intentando enfocar algo más allá de la oscuridad que aún apretaba sus ojos. Sus brazos comenzaron a sufrir un temblor ligero y él alzó las palmas de las manos para verse a sí mismo. Por supuesto, él ya conocía la verdad, ya sabía quién había sido el verdadero responsable de las catástrofes que les habían ocurrido, pues antes de declararme su amo y señor absoluto se lo había confesado en aquel callejón. Las brumas fueron despejándose de sus recuerdos y la chispa de la comprensión prendió... y en ese momento levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Natsuki. Fue una mirada desesperada, culpable, consternada. Allí estaba su objeto de deseo, y allí estaban también todos los recuerdos mostrándole a él como su frustrado asesino. Aquella mirada fue, sin duda, el reflejo de todas aquellas emociones que el chico no pudo controlar. Pero sólo fue eso. Sólo una mirada. De la misma forma que le había concedido la libertad, se la quité. Y arrastré su conciencia hasta ese lugar oscuro como una gran ola de mar.

Si hasta ese momento alguien había subestimado mis poderes y mis intenciones, aquella demostración debería haber cambiado sus percepciones. Era lo malo de jugar con niños... siempre pensaban que eran invencibles.

Ante la expresión que se le había quedado a la chica no pude hacer otra cosa que comenzar a reir. Me reí, saboreando cada nota de la voz de Shinichi, cada movimiento de su cuerpo que ahora, y por siempre, sería mío.

Cuando escuché el nombre el estúpido ese mi hirvió la sangre. Chyril. No se a los demás pero a mí seguro que nunca se me olvidaría ese nombre. A pesar de ello para mí siempre sería el tío hortera, porque no decía ninguna mentira. Y además de hortera era malo, rastrero...pero no era débil, y eso me daba un dolor de cabeza inmenso.
Lo que acababa de hacer con Shinichi no tenía nombre, y seguro que si yo estaba cabreada, Natsu lo estaría aún más he intentaría hacer algo. Dicho y hecho. En un instante, un ataque de ira poseyó a Natsu e intentó arremeter contra Shinichi. Rápidamente, y sin pensármelo dos veces, me lancé a por ella y la agarré de un brazo con fuerza.

-No Natsu, no.-dije con voz pausada- Shinichi no tiene la culpa y si atacas a su cuerpo, no solo dañarás a Chyril... y estoy segura de que no quieres que nadie dañe a Shinichi, y mucho menos tú. Tranquilizate y luego actúa.

Intenté que mi voz sonara serena, lo más tranquila, posible, no debía transmitirla miedo, ni dudas, ni odio... solo tranquilidad para que ella se relajara y pudiera pensar con claridad.

La furia y el odio me consumieron en un momento. Volver a ver a Shinichi, el verdadero Shinichi, me trastornó por completo. Y esa mirada... Nunca, jamás habría imaginado descubrir ese dolor y desesperación en su rostro, parecía tan desvalido...
Y de pronto allí estaba esa mirada muerta. Sin embargo, tras esos ojos ausentes fui capaz de distinguir el placer del victoriano... de Cyrhil.
Casi escupí al pensar en ese nombre. Fue como masticar veneno. Un suave tirón mental y los sais saltaron a mis manos. Me abalanzaba contra aquel maldito monstruo cuando Kyoko me detuvo.
Ella tenía razón, había que calmarse. Razón, necesitaba usar la razón.

-No me importa cómo te llames, estúpido, para mí siempre serás el maldito chulo victoriano con aspecto de malo de cuento que se interpuso en nuestro camino. Así que entérate de una vez, ninguna de tus jodidas demostraciones de poder podrá amedrentarme, porque por muchos trucos de feria que conozcas, no dejarás de ser un cobarde que se esconde tras el rostro de otro.

Mi sonrisa soncarrona permaneció inmutable en el rostro de Shinichi mientras contemplaba cómo la mujer perdía momentáneamente el norte y pensaba lanzarse a por mí. Por desgracia, la pelirroja la detuvo a tiempo. Sin embargo, eso no evitó que me gritase un par de acusaciones.

-¿Intentas desmoronar mi voluntad con todos esos discursos acerca de la cobardía, la valentía, la supuesta ilegitimidad de mis actos? -Emití una risa seca, cortante- Abre los ojos, niña boba: éstos son mis poderes. ¿Crees que dejaré de utilizarlos por mucho que tú o tus estúpidos amigos me recrimineis por esas bocas ignorantes?

Me erguí cuan largo era Shinichi y clavé su mirada vacía directamente en sus ojos.

-Además, aquí se está muy bien. Tu... chico -Terminé diciendo a regañadientes. Quería romper sus nervios y aquella expresión ayudaría- es muy cálido. Tiene un cuerpo muy cómodo y extremadamente eficaz. ¿Por qué abandonarlo cuando puede ser mío para siempre? ¿Por qué, visto el impenetrable escudo que me proporcionan vuestros sentimientos por este cuerpo? Oh no, niña, no... no soy estúpido.

Y, sin girarme hacia el Guardián, le ordené que terminara su prueba. Metí las manos en los bolsillos y me di la vuelta, desapareciendo lentamente entre las nubes de vapor que flotaban por entre la enorme sala.

"Mire" la escena sin poder hacer nada. Pero esta era la unica forma de llegar hasta Hikari y proteger a Tsuki. Aun asi, segui mirando al suelo sin poder mirar el espectaculo. Aun asi, note un cambio en el ambiente: Parecia que el chico habia vuelto a recobrar la consciencia. Aunque su libertad no fue mucha, ya que pronto volvio a reflejarse los ojos de una marioneta. Eche un rapido vistazo a la chica morena: el dolor y la furia de su corazon reflejaba en sus ojos. Eso era una de las mayores torturas que habia visto en mi vida, tanto por él como por ellas.

Lentamente, la marioneta se fue alejando, ordenando que acabara el trabajo. Pero... no era capaz. Habia sido entrenado para asesinar, ¿por que ahora vacilaba? ¿Por que eran chicas? ¿Por que estaban indefensas? ¿Por que estaba mal? No. La razon era simple: Tsuki...


Si queria llegar hasta Hikari, tenia que ganarme su respeto. Pero yo sabia que no iba a serle fiel: encuanto me mostrara el camino, lo aniquilaria.


-Os lo advierto por ultima vez: marcharos del castillo cuanto antes- Dije, preparandome para el combate-. No quiero combates ni muertes innecesarias. Ademas: no quiero utilizar mis poderes. Se lo prometi a Tsuki. Yo encontrare y cuidare de Hikari: lo prometo.

Queria que acabara todo pronto.

-Lo siento... No queria llegar a esto...- susurre para mi mismo, de forma que no me escucharan.

Matar. Matar. Iba a cargarme al jodido victoriano y después a ese maldito traidor de Yoru. O no, quizás a Yoru solo le hiciese mucho daño, por piedad con la niña, que al fin y al cabo no tenía la culpa. En cualquier caso, quería venganza, venganza por todo lo que estábamos pasando, venganza por el dolor, por la furia, por todo.
Razonar, recordó una pequeña vocecita en mi mente que se parecía sospechosamente a la de Kyoko, había que razonar.

-Está bien -dije, repirando profundamente para relajarme. No podía dejarme llevar por aquellos impulsos homicidas-, pongamos paz. Tú no quieres matarnos, Yoru, estoy segura de ello; si quisieras, ya nos habrías atacado. Nosotras tampoco queremos luchar contigo, hemos llegado a considerarte un... bueno, un compañero al menos. Tenemos que encontrar una solución a todo esto, no podemos dejarnos manipular por el victoriano, somos mejores que todo eso.

Sacudí la cabeza, pensando frenéticamente cómo salir de aquella situación.

-Él nos quiere ver muertas... O al menos a mí, estoy segura de que desea mi muerte más que ninguna otra cosa en este momento. Y yo no voy a abandonar, no es solo por Hikari o por Shinichi, es una cuestión de principios. No pienso dejar suelto a un tipo como ese, en este momento, haría cualquier cosa por asegurarme de que recibe su merecido.

Cada uno tomo su platica de forma personal, despues de un rato y cuando natsuki paro de hablar me acerque terminando de ponerme la ropa que estaba no muy lejos en una canasta

-Oye yoru... - dije tranquila dando unos pasos hasta quedar frente a natsuki - quieres parar esto? te la has pasado repitiendo lo mismo que nos larguemos y que nos larguemos, no tengo la menor idea que se te pase por la cabeza pero me esta artando el asunto que solo digas eso sin dar una excusa, por mi has lo que quieras pero no dejare a un amigo ni mucho menos informacion valiosa por el rarito este y por ti menos - lo vi seria clavando mis ojos en el

-Estas lista - dije entre dientes a natsuki mientras me cuidaba de cualquier ataque sorpresa si querian guerra la tendrian

Miré a Miyasaki a mi lado y apreté los dientes con fuerza. ¿Que si estaba lista? Por supuesto que no, hay cosas para las que uno nunca está preparado. Morir es una de ellas.
Arranqué de su mano la daga que sostenía y di un paso al frente, encarándome con Yoru.

-Voy a hacer algo que jamás pensé que haría. Y lo voy a hacer porque es lo necesario, ¿entiendes? -hablaba con dureza, aterrada ante la conciencia de lo que estaba a punto de suceder-. Hay momentos en los que toca decidir. Decidir actuar, decidir tomar medidas desesperadas,... Decidir confiar en tus compañeros. Una vez te llamamos compañero, espero... Espero que no lo olvides.

Y no vacilé más. No podía permitírmelo, sabía que si seguía hablando, nunca haría lo que tenía que hacer. Y lo que tenía que hacer en aquel momento era darles una vía de escape a mis compañeros. Conseguirles el tiempo necesario para poder reducir, de una vez por todas a aquel maldito victoriano.
Confianza, me dije. Confiaba en ellos, sabía que podrían hacerlo.
Contuve la respiración y, con decisión, hundí el arma en mi piel. El frío acero me quemaba y apenas tuve un segundo para sentir el dolor del arma rasgando mi cuerpo antes de que mis rodillas fallasen y me desplomase sobre la húmeda roca.

Todo lo que decian no tenia sentido. Compañeros... ¿para que? ¿Para que te traicionaran? ¿Para quitarte todo lo que tenias? ¿Para convertirte en un monstruo?

Pero lo que la via hacer no tenia nombre. ¿Se habia sacrificado por sus compañeros? Recordaba la epoca en la que yo era si... intentado ayudar... pero a mi nadie me ayudaran.

Cuando el cuerpo cayo al suelo, corri al lado de la chica e intente cogerla el pulso. No tenia... Se habia ido.

Aprete el puño con fuerza. Habia conseguido justamente lo contrario a lo que queria.

Cogi su cuerpo sin vida en brazos. No iba a dejar que su muerte fuera en vano.

[Continua en "Negocios Sucios"]